Quieres educar un niño feliz, equilibrado e independiente, con habilidades para tener éxito en su vida. ¿Te preguntas cómo? La respuesta depende de a quien le preguntas. Desde aquellos que solo admiten que las cosas se hagan a su forma hasta los que tratan a los niños como iguales, todo el mundo tiene una opinión y una razón para respaldarla.
¿Pero que dicen los investigadores? Por más de 4 décadas muchos estudios han relacionado la “crianza democrática” (balance entre altas expectativas y sensibilidad emocional) como la que mejor resultados tiene para los niños.
¿Qué es la crianza democrática?
La crianza democrática, define limites según el desarrollo del niño, exige expectativas razonables de comportamiento, respeta la independencia y fortalece el desarrollo emocional. En lugar de fuertes castigos, usa consecuencias cuyo objetivo es enseñar a los niños nuevas habilidades.
Los consejos sobre crianza de prestigiosas organizaciones como la Academia Americana de Pediatría (AAP) y el Centro de Desarrollo Infantil de Harvard, son consistentes con la crianza democrática, la cual incluye las siguientes características:
Creación de vínculos afectivos
Una de las características esenciales de la crianza democrática es crear una relación con amor y de confianza con tu niño. “Sin esta base”, dice la AAP, “tu niño no tendrá otra razón, aparte del miedo, para demostrar un buen comportamiento”.
En adición a un buen comportamiento, una fuerte relación padre-hijo promueve independencia, inteligencia emocional, mejor lenguaje y habilidades sociales y funcionales.
Probablemente lo más importante, son las interacciones significativas que se derivan de la creación de vínculos afectivos durante los primeros 5 años de vida, los cuales son críticas para el desarrollo óptimo de su cerebro.
Altas expectativas
Los padres democráticos son exigentes. Establecen reglas y límites, y esperan que sus niños se adhieran a ellos. Sus expectativas son razonables y en línea con el desarrollo de su niño (no esperan que un niño de 2 años se quede sentado completamente quieto durante toda la cena, por ejemplo). Explican la lógica detrás de las reglas y los límites (no mordemos porque duele y puede herir a la otra persona), y fomentan la comunicación abierta sobre estos.
Disciplina positiva
Los padres democráticos no utilizan fuertes castigos verbales o físicos, los cuales, según el Centro de desarrollo infantil de la Universidad de Harvard, puede interferir con las bases del desarrollo cerebral de los primeros años de vida. La AAP también señala que las nalgadas y el castigo físico «sólo enseñan un comportamiento agresivo, y se vuelven ineficaces si se usan con frecuencia». Además de ser ineficaces, pueden desarrollar una baja autoestima, problemas de salud mental y abuso de sustancias en niños mayores.
Los padres democráticos , utilizan tácticas como consecuencias lógicas y la eliminación de privilegios. Son consistentes con la disciplina y cumplen sus advertencias. Así mismo, le dan valor a los sentimientos del niño, evitan avergonzarlo y lo ayudan a resolver problemas usando diferentes tipos de comportamiento.
Otra herramienta usada por padres autoritativos es elogiar a sus niños cuando se comportan de acuerdo con las expectativas.
Fomentar la independencia
Los padres democráticos dan oportunidades a sus niños, según la edad, para tomar sus propias decisiones. Para un niño pequeño esto significa poder escoger que comer a la hora de las onces o como vestirse. Para niños mayores, esto significa escoger sus actividades extraescolares o como cortarse su pelo o peinarse. Darles opciones y permitir que decidan ayuda a los niños a desarrollar su independencia, su autoestima, la responsabilidad y la habilidad para resolver problemas.
Los padres democráticos no protegen a sus niños del fracaso, sino que les ayudan a entender su valor y cómo recuperarse de él.
¿Qué más debes tener en cuenta?
La crianza democrática requiere mucha consideración y cuidado, especialmente a medida que los niños maduran. Intentarán cruzar límites de forma cada vez más complejas, enfrentarán situaciones sociales complicadas en el colegio y entrarán a la adolescencia. Se necesita práctica para saber cómo mantener la calma, la consistencia en la aplicación de las consecuencias, y poder seguir hablando con el niño teniendo en cuenta sus emociones.
Cuando estas con tu bebé o tu niño pequeño, puedes comenzar por introducir muchas interacciones positivas (pista: ¡Las actividades de BabySparks son un gran recurso para esto!). A medida que tu bebé crezca y comience el drama de las grandes emociones y las pruebas a los límites, libros conocidos en este tema como este y este pueden ayudarte a aprender estrategias para equilibrar la disciplina con el apoyo emocional.